En la compañía Franco Isla las artesanas se dedican a la confección de
chal, prendas de vestir y randas para manteles hechos en encaje ju.
Asimismo, en la compañía Tajy Loma los lugareños se dedican a la
confección de fajas, cintos, bolsones con diversos diseños. En Beni Loma
nuevamente se rescató la confección de jergas, utilizadas antiguamente
para ensillar caballos y hoy día le dan la utilidad de alfombras,
almohadones y tapices.
A la confección de ponchos de hilo, lana y frazadas hechos de restos de
tela se dedican en gran escala los pobladores de la compañía Potrero y
Espartillar. Mientras que los artesanos de Pacheco y Bajo Guazú
confeccionan colchas y hamacas hechas de hilos y poyvi.
La artesanía es una de las fuentes de ingreso más importantes con que
cuenta esta comunidad y que mueve la economía local. Pese a la falta de
mercado y mejoramiento de la calidad y diseño de sus productos, más de
11.000 familias sobreviven de dicha actividad.
Autor: Luis Barrios
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